Un análisis profundo de las tendencias que están transformando la industria, desde las pasarelas globales hasta los talleres en Colombia.
Por MundoTextil
1. La inteligencia artificial: del diseño a la caja registradora
Hasta hace poco, hablar de inteligencia artificial (IA) en moda sonaba futurista. Hoy es una herramienta estratégica que redefine la relación entre marcas y consumidores. Un ejemplo clave: OpenAI experimenta con integrar funciones de compra directa en ChatGPT, permitiendo a las marcas vender de forma instantánea desde las conversaciones de sus clientes.
Esto abre un escenario inédito: el canal de venta no será solo la tienda o el e‑commerce tradicional, sino la propia interacción digital. Sumado a esto, surgen startups especializadas en soluciones SaaS (software como servicio) que optimizan cadenas de suministro, reducen desperdicios textiles y calculan la huella ambiental en tiempo real.
Para los empresarios, el reto es claro: integrar la IA no solo para vender más rápido, sino para gestionar mejor, producir menos residuos y ser competitivos en sostenibilidad.
2. Cambio de líderes creativos: nuevas narrativas para tiempos nuevos
Las casas de moda más influyentes del mundo —Gucci, Chanel, Dior, Valentino— han renovado sus equipos creativos casi en simultáneo. Este relevo va más allá de un simple cambio de firma: redefine la estética, la identidad de marca y, sobre todo, la narrativa empresarial.
En un mundo saturado de mensajes visuales, las marcas necesitan contar historias auténticas que conecten con nichos de mercado específicos. Para empresarios colombianos, este fenómeno invita a preguntarse: ¿qué identidad queremos proyectar? ¿Cómo usar el ADN cultural para diferenciarse globalmente?
3. Maximalismo, romanticismo y el auge del ‘powder pink’

Después de años dominados por la sobriedad del minimalismo, las nuevas colecciones apuestan por volumen, texturas dramáticas y detalles opulentos. En este contexto, el ‘powder pink’ —un tono rosa empolvado, nostálgico y romántico— emerge como color protagonista del año.
No es una simple tendencia: responde a un consumidor que busca prendas con carácter, historias y emoción. Este giro invita a la industria colombiana a reinterpretar técnicas artesanales (como bordados y tejidos) bajo una mirada contemporánea que seduzca al mercado global.
4. Celebridades y moda: cuando el show vende más que la pasarela
La reciente Paris Fashion Week confirmó algo que ya era evidente: las celebridades —especialmente estrellas del K‑pop, Beyoncé o Jay‑Z— tienen más impacto que los propios desfiles. Su presencia viraliza colecciones en redes sociales, impulsa ventas en minutos y genera retornos millonarios.
Para los empresarios locales, esto es una oportunidad: pensar en alianzas con creadores de contenido, embajadores digitales e influencers que transformen una marca emergente en un fenómeno viral.
5. Moda circular y segunda mano: de tendencia a política pública
En mercados como Estados Unidos, la moda de segunda mano ya recibe incentivos fiscales. Plataformas como Depop o Poshmark convierten la circularidad en un negocio global. Para Colombia, donde el consumidor aún se apega a lo nuevo, la moda circular representa una vía para exportar, diferenciarse y reducir el impacto ambiental.
Empresarios visionarios están repensando la cadena completa: desde el diseño de productos duraderos hasta la reventa y reciclaje.
6. Colombia: tradición, digitalización y un mercado que crece
Colombia cerró el inicio de 2025 con un mercado de moda valorado en cerca de 34 billones de pesos. El e‑commerce sigue creciendo (con una proyección de USD 1 300 millones este año), mientras productos como blusas bordadas y streetwear sostenible ganan protagonismo, demostrando que la identidad local es una ventaja competitiva.
Medellín y Bogotá destacan como centros creativos que fusionan tradición y tecnología. Eventos como Bogotá Fashion Week y Colombiatex consolidan el networking y la visibilidad internacional, claves para escalar negocios.

7. Oportunidades estratégicas para empresarios
- Adoptar IA y automatización: desde la predicción de tendencias hasta la gestión sostenible.
- Reforzar identidad local: contar historias auténticas y aprovechar técnicas artesanales.
- Aprovechar el auge circular: diseñar productos pensando en reuso y reventa.
- Vincularse con creadores e influencers: construir marcas humanas y cercanas.
- Fortalecer la presencia internacional: participar en ferias, misiones y plataformas globales.
Conclusión
El presente de la moda combina tecnología, sostenibilidad, narrativa y tradición. Para los empresarios colombianos, este es el momento de decidir: ser espectadores de la transformación o protagonistas de un nuevo capítulo de la moda que piensa local y actúa global.



