La industria textil colombiana, uno de los pilares históricos de la economía del país, enfrenta enormes desafíos en medio de nuevas reformas económicas impulsadas por el gobierno. Las cifras no mienten: el sector textil aporta el 8% del PIB industrial y genera alrededor de 600.000 empleos directos, según datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Sin embargo, la implementación de nuevas políticas tributarias, laborales y ambientales amenaza con reducir su competitividad y aumentar la presión sobre los empresarios.
Reforma Tributaria: Impacto Directo en la Producción
La Reforma Tributaria aprobada en 2022 ha aumentado significativamente la carga fiscal sobre las empresas. Se estima que la tasa corporativa ha alcanzado el 35%, una de las más altas en la región, lo que encarece la operación de las empresas textiles, especialmente las medianas y grandes. Además, el impuesto al carbono, incluido en esta reforma, afecta directamente a las empresas que dependen de procesos industriales intensivos en energía.
Según la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), el aumento del IVA en productos básicos e insumos importados ha incrementado los costos de producción en hasta un 20% en algunos casos, afectando la competitividad en el mercado internacional y encareciendo los productos nacionales. Estas medidas también limitan la capacidad de las empresas para reinvertir en innovación tecnológica, que es clave para competir con países como China y Vietnam, donde la mano de obra y los costos operativos son mucho más bajos.
Reforma Laboral: Rigidez que Afecta la Competitividad
La Reforma Laboral aprobada en 2023 introduce nuevas disposiciones en términos de estabilidad laboral, salario mínimo y condiciones de contratación. Estas medidas han generado controversia, ya que si bien buscan proteger los derechos de los trabajadores, imponen nuevas cargas a las empresas, como el incremento de las horas extras y de los costos por indemnizaciones.
Un informe de Fedesarrollo indicó que esta reforma podría aumentar los costos laborales en un 12% adicional, lo que podría provocar que las empresas reduzcan su número de empleados o busquen mano de obra más económica en el extranjero. Además, la falta de flexibilidad para ajustar las plantillas en momentos de baja demanda amenaza con generar más informalidad en un sector ya afectado por la competencia desleal de productos importados, muchas veces de dudosa calidad.
Normas Ambientales: Obstáculo o Oportunidad
El compromiso del gobierno colombiano con el Pacto Verde y las nuevas regulaciones ambientales han sido recibidos con escepticismo por parte de los empresarios textiles. Las nuevas leyes que promueven el uso de insumos sostenibles y tecnologías limpias, aunque positivas para el medio ambiente, han incrementado los costos de producción en un sector que ya está presionado por la competencia internacional.



